Me gusta el iluminar de las estrellas
atravez de mis ojos mundanos,
me gusta encerrar en mis manos
las miradas de alguien cuando lo siento mio.
Me gusta tambien el paso de un dia tranquilo,
que se siente somnoliento cada vez que despierto,
me agrada volar en mi mente cuando estoy atento
para imaginarme lo que hubiera pasado.
Aquel dia cuando las puertas se cerraron,
pero que incansablemente trataba de abrir
solo para entender que el tiempo transcurria
y que mi vida de ese punto cambiaria.
Una luz roja se riĆ³ de mi en el horizonte,
y mas lejos aun se veia una silueta humanoide.
Me aleje de la endemoniada puerta desganado
y con algo de lagrimas en los ojos
pero con esperanzas de poder encontrar la repuesta
en la sombra que se asomaba.
A los cincuenta pasos esta parecia estar mas lejana
y a los cien ya no la veia,
sin embargo me percate de que si la oia,
despues de un rato en el mismo camino tambien la sentia,
y despues hasta oler la podia,
al cabo de un instante la saboree.
En ese preciso momento me di cuenta
de que la sombra era la mia,
que me marcaba el camino,
que me decia,
por donde ir,
como seguir,
y que me sacaba de un vacio
en el que habia caido,
y me llevaba a comenzar otra vez...
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