Relatividad

Cuando uno no esta pensando en los días, en las horas, en los minutos y segundos de cada día, por alguna extraña razón se van rápido. La relatividad de la longitud de un día va relacionada con el grado de intensidad de la felicidad con la que pasas el tiempo. 

Pongamos un ejemplo, mientras un medico interno esta en urgencias atendiendo a un paciente con dolor abdominal por una probable colecistitis litiasica aguda y se toma su tiempo para canalizar a tal persona se pueden pasar hasta cinco o diez minutos en ese transcurso, los cuales no se sienten como tales; pero en otro caso que llegue una persona a cuarto de choque con paro cardiorespiratorio a quien se  le deben iniciar maniobras de reanimación, los segundos que se están dando compresión torácica para intentar reanimar al paciente son larguísimos, se sienten una eternidad.

Centrandonos en algo que no sea la medicina; recuerda cuando sales con tus amigos y que te la estas pasando bien y volteas a ver el reloj. ¿Qué tan rápido no pasaron las horas desde la última vez que lo revisaste?¿Acaso no se siente como que el tiempo se va entre tus dedos, se te escapa de control? Y cuando estas sentado en una platica la cual en realidad no te interesa y quieres estar en otro lugar con otras personas y mucho de lo que haces es estar revisando tu reloj. Pareciera que alguien superior estuviera jugando contigo alargando cada segundo tan siquiera al doble.

Nuestra mente es maravillosa y nos juega este tipo de trucos con sus neurotransmisores, con sus sinapsis interminables. Tal vez no sea cuestión de entenderlo, solo simplemente de dejarse llevar por esa corriente. Solo es que si estas consciente de esta relación que hay, solo si abrimos los ojos es que existe esa posibilidad de modificarlo a nuestra conveniencia.